martes, 16 de agosto de 2016

Déjalo ir






El andar de un corazón roto, silencioso desprendiendo desarmonía y amargura, escondiendo su tristeza en su vientre. Que descuido he cometido con mi apasionado corazón, le pedí a mi cabeza  razón, que me cuiden de este amor inventado de promesas de volcanes. Solo historias hechas de castillos de sueños, construido de suposiciones.  Ya no quiero pensar más en ese amor, en lo que no se hizo o se debió hacer. Simplemente porque en este presente ya no es. Ni él ni yo estamos. Hemos desaparecido sin dejar rastro, como un crimen perfecto.
Pero cuando  viene la calma, en el agua serena de mis ojos se refleja una carencia, un vaivén de inseguridad, un desequilibrio vulnerable, quieta y lábil intentando mantener el control de mi sentir, aun así uno se atreve a seguir adelante de  todos modos aunque muchas veces esperarías que se detuviera el mundo, se debe continuar ocultando lo que se siente de los demás y frente a tu mismo espejo.  No cabe espacio para la lastima en este corazón que desborda amor, solo existe un abismo de desilusiones y amantes inconclusos.
Cada vez que veo una pareja, unas risas coquetas, una complicidad elocuente e irresistible que no es mía, que ya no me pertenece más… Deje mi corazón en manos frías entre incertezas y miedo.
Perdóname corazón por no haberte guiado ni advertido todo esto, tu siempre esperaste el renacer de las llamas, que su decisión sería tan condescendiente con la nuestra. La vida no es un sueño y el amor duele. Corazón creo que debemos dejar de creer en cuentos de hadas. En finales felices. Y existir de este modo común y corriente que viven muchos, aun no sé cómo encontrar esa forma sin que exista esa magia en nuestros mundos al encontrase con miradas que no se olvidan.
Lo que me a llevado mucho tiempo dando vueltas en el mismo lugar hasta hoy, nose como decirte esto y gritarlo al mundo dejándolo salir. Espero que esta carta sirva para que entiendas lo que me pasa, lo que nos pasa. Hoy quiero decirte que ya basta, que no doy más, que no puedo seguir de esta manera, que no pude seguir de esta manera. Pasé por muchas cartas intentando frenar  una carta de despedida.
Pero aún quedan guardadas en mi tantas palabras q no dije como; Basta ya de excusas estúpidas para no hablar de los problemas; basta de hacerte el loco como si no pasara nada; basta de esconder la cabeza o de barrer los malentendidos, porque no quiero rencores bajo la alfombra; basta de ambigüedades; o me quieres o no me quieres; o luchamos juntos o nos decimos adiós. Pero sobre todo, basta de jugar como dos estúpidos a hacernos daño.
Ayer y hoy te digo basta. Porque no quiero más idas y venidas, no quiero enfados, ni malas caras, ni reproches. No quiero que te vayas, que desaparezcas y luego vuelvas sin decir nada. Que mi corazón sangra de angustias, Basta ya. Si te vas, no quiero que vuelvas. Con este basta me libero de ti, me libero de tus cadenas, porque no voy a soportarlo más.
Disculpa si estoy siendo dura en esta carta, pero quiero dejar las cosas claras. Quiero que sepas que te quiero y que aposte todas mi cartas y mi corazón por entero en nuestra relación. Pero no a toda costa. No voy a apostar por una historia de amor que me haga daño, que me haga insegura, como tampoco voy a apostar por un amor que no me valore. Por eso te digo basta.


Y con eso te digo adiós cariño.